Nuestra historia

Doña Enriqueta es la manifestación tangible de la tradición olivarera de la familia Cerezo, la cual lleva más de 500 años dedicados al cultivo de aceituna en la parte cordobesa del Alto del Guadalquivir.

 

Se trata de seis generaciones de maestros olivareros, expertos en el el cultivo de aceituna para la
creación del mejor aceite de oliva.

Ahora, ponemos la guinda al cultivo de aceite de oliva con su comercialización homenajeando a todas aquellas generaciones que con tanto esfuerzo, cariño e ilusión comenzaron a cultivar nuestro aceite.

Así nace Doña Enriqueta, y como homenaje a nuestra tierra, a nuestros antepasados y a nuestras raíces, nuestro aceite viene envuelto en una pieza única y de nuestra tierra, nuestro botijo, esa pieza tan especial y tan simple que tantos y tantos olivareros han utilizado a lo largo de las largas jornadas de recogida de la aceituna.

Como no podía ser de otra manera, nuestro botijo esta fabricado en cerámica, de una manera exclusiva y artesanal por la prestigosa firma IVANROS.

Queremos ser la joya sobre la que reunirse en familia y con amigos, para hacer lo que mejor sabemos:

disfrutar